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martes, 28 de mayo de 2013

José Ramón Martínez: “Un equipo de fútbol es el resultante del momento puntual de cualquier sociedad”


Posee toda la autoridad del mundo para hablar de fútbol, pues ha hecho de todo dentro de un equipo: desde sufrido entrenador hasta de vapuleado árbitro en acalorados partidos. E incluso, cuando los vientos soplaban en contra, intentó fungir de utilero o masajista con tal de estar cerca de sus ídolos.  Por estas y muchas otras razones, a José Ramón Martínez no le pueden venir con cuentos. Él ha estado presente cuando las papas quemaban y saltaban de mano en mano,  y nadie como él celebra  y padece cuando su escuadra se alza con la victoria o cae por goleada
Tuvo que pasar mucho tiempo para que su idea de escribir un libro sobre los entresijos del fútbol madurara y se hiciera realidad, y  hoy por hoy, lo presenta en España bajo el título “La otra cara del gol”.

Ha dado el gran salto de los microrrelatos a la novela y ha concebido una obra ambientada en una Valencia (España) que se resiste a marchar, por lo que hallamos una historia con un sabor a nostalgia que se entremezcla con la pasión ―siempre renovada― por el deporte de las multitudes: el fútbol, ¿cuál es ‘la otra cara del gol’ que nos pretende mostrar con su obra?

He tratado de plasmar en esta novela una visión personal de los entresijos del mundo del fútbol; los hechos y las causas por las que actúan sus dirigentes, movidas por el ego y, sobre todo, por los intereses ocultos a la vista de la gran masa de aficionados que, por contra, son quienes los que sustentan con su presencia y apoyo, pero con desconocimiento absoluto de lo que sucede de puertas para adentro.

¿Se puede decir que usted es un estudioso del alma, las emociones y los sentimientos, y aún más,
Durante la presentación de su libro en Valencia
manifiesta solvencia al describir de manera notable el sentir de los grupos humanos?

Para estudiar bien el alma debería ser un místico abstraído del mundanal ruido y no me siento dotado para ello. Tampoco soy capaz de renunciar a la sociedad de consumo y eso en sí ya es una gran limitación, Sin embargo, me agrada profundizar en la observancia de los sentimientos humanos, las reacciones y el comportamiento de los colectivos obligados a defender un proyecto en común, como es el caso de un equipo de fútbol.

¿Un equipo de fútbol es el fiel de reflejo de la sociedad a la que pertenece?

Vivimos en una sociedad cada vez con menos valores éticos y morales. Nos guiamos por símbolos más que por evidencias. Por ese motivo, un equipo de fútbol es el resultante del momento puntual de cualquier sociedad y de las circunstancias personales de los individuos que la componen.

¿Literatura y fútbol es una combinación altamente atractiva?  ¿A qué lo atribuye?

Cuando alguien ama a un deporte, en este caso el fútbol, le agrada saber que existe un tratamiento literario que lo dignifica, amplificando su concepto más noble, en contra de sus detractores que le niegan el pan y la sal y cualquier mérito intelectual a sus practicantes. Esa combinación de intereses yuxtapuestos, crea conflicto, deja abierto el tema a la polémica y vende mucha prensa.

Sus lectores han manifestado que su novela es además un tratado de tácticas y estrategias futbolísticas, ¿qué nos cuenta sobre eso?

En realidad mi propósito ha sido el de contar una historia de denuncia por los cabildeos que se cuecen en el deporte a espaldas de los aficionados, dándole un toque emotivo y costumbrista (por los orígenes campesinos del protagonista), pero puestos a desarrollar la historia el guión tira de ti y salen a relucir los conocimientos que el autor ha almacenado en su inconsciente tras muchos partidos presenciados, y la resultante puede dar esa sensación, aunque analizando el fondo de la obra se comprobará que la trama adquiere su verdadero significado en el otro sentido.

Pruebas que demuestran que es un amante
del fútbol
¿Le hubiese gustado ser entrenador como su protagonista?

Dicen que cada aficionado es un entrenador en potencia, pues teóricamente todos hacemos nuestras propias alineaciones y tenemos pensada la táctica adecuada para sacar el máximo rendimiento al equipo. De hecho, yo entrené a algún equipo de aficionados y también hice de árbitro en ciertos partidos. Me gusta tanto el fútbol que hubiera sido utilero o masajista con tal de estar cerca de ese ambiente deportivo que tanto adoraba. Al final, mi profesión me condujo por los derroteros de la contabilidad y la economía de empresa y no me dejó tiempo ni espacio para pensar en otras actividades. .

Se ve el fútbol como un deporte para hombres, al menos es la concepción machista muy metida en la mente de algunos, ¿cómo cree que recibirán “La otra cara del gol” ciertos sectores retrógrados de la sociedad? ¿Podría calificarlo de apologista de la homosexualidad, teniendo en cuenta las aguas que se mueven en la actualidad en España?

Afortunadamente hoy, en España, se han dejado aparcadas muchas de las prohibiciones que nos atenazaban en el pasado. Se puede hablar libremente de política, de deporte y, lógicamente, también de opción sexual. Felizmente esto último ya no se considera tabú. Por lo tanto estimé oportuno tratar de ello en la novela como un ingrediente más de su argumento, pero como podrán comprobar los lectores, abordo el asunto con la mayor dignidad para el personaje, como considero debe hacerse en todos los casos.

¿Cómo ha vivido el proceso de creación y  qué recuerdos le sirvieron para enriquecer su historia?

El proceso de creación de cualquier novela es apasionante y va unido a sensaciones vividas y a otras imaginadas. Es tan excitante tener todo eso pululando por el cerebro que te empuja a sentarte ante el teclado del ordenador con verdadera ansia. Luego te vas encontrando con las dificultades propias de ordenar la historia de forma que salga un texto bien hilado y con interés para el lector: eso es indispensable y lleva más tiempo que lo otro.

Firmando ejemplares de "La otra cara del gol"
Sabemos que es un amante del fútbol y que es de aquellos que se deprimen cuando pierde su equipo, ¿le ayudó esta condición muy suya a la hora de meterse en la piel de su protagonista?

Suelo contrariarme mucho cuando no se alcanzan los objetivos que, siempre hablando teóricamente, estaban al alcance del equipo de mis preferencias (quizás por deformación profesional en cuanto a los objetivos), pero tanto enojado, como deprimido, considero ambos momentos muy apropiados para sentarme a escribir, pues cualquier argumento novelado agradece semejantes estados anímicos del autor para transferirlos a sus personajes.

¿Considera que su amplio conocimiento sobre ‘el deporte rey’ ha hecho que sus lectores crean en su historia, tanto así que lo ‘tientan’ contar otros ‘aspectos’ de la intimidad del fútbol y futbolistas?

Sí me agradaría que los lectores crean en esta historia como algo que refleja la realidad  de este deporte, pero aún tratándose de un argumento imaginado, en él se recoge gran parte de sus circunstancias más inconfesables, por eso dudo hallar dentro de mí materia prima suficiente para un nuevo relato con tramas diferentes, pues aquí he volcado todos los conocimientos que disponía sobre el tema, que reunían cierto interés, claro.

¿Cuánto tiempo le demandó escribir la novela? ¿Tuvo que hacer un exhaustivo trabajo de
Junto al escritor Juan José Millás en la Feria de Guadalajara
investigación o todo es parte de su creatividad?

Salvo ciertos datos puntuales, el resto ha sido fruto de la creatividad y de volcar en negro sobre blanco las muchas vivencias personales extraídas de mi larga experiencia como practicante primero y aficionado después. En cuanto al tiempo de escritura yo lo cuantifico en más de dos años, sin contar el periodo en que lo fui madurando antes de comenzar a escribir.

¿Su novela persigue alguna intencionalidad específica?  ¿Hay morales, enseñanzas o algún mensaje que desea que cale en los lectores?

Fundamentalmente yo escribo para entretener a los lectores. Independientemente y para no pecar de inmodestia, pretendo dar a conocer también, lo que se cuece tras el escaparate de las grandes figuras y del espectáculo que representan. Otra segunda moralina podría ser aquella de que quien juega con fuego, al final termina quemándose. El resto (si es que hay algo más) lo dejo para la deducción personal de cada cual.

Dada la acogida que está teniendo su obra, ¿está pensando quizá en una segunda parte?

Cuando un escritor se entrega en la concepción y desarrollo de un tema, normalmente se queda vacío y es incapaz de insistir a continuación en el mismo asunto porque considera que ya lo ha dado todo. Solo el paso del tiempo podría llenar su mente de un nuevo material para agregar a lo dicho. En cualquier caso soy de los que opinan que nunca segundas partes fueron buenas. Así que mi próxima novela espero discurra por derroteros muy diferentes al de este trabajo.

¿Por qué el fútbol sigue siendo el rey?  ¿Qué tiene este deporte que los demás no tienen?

El fútbol es un espectáculo en el que intervienen muchos factores: es juego viril y de contacto; requiere de habilidad y condiciones técnicas muy depuradas en sus practicantes; es polémico por la dificultad de aplicar sus reglas de juego; encierra belleza plástica en su ejecución; es multirracial y en él tienen cabida todas las clases sociales. Por lo tanto ha ascendido a los altares deportivos con el rango de: “El deporte más bello del mundo” y hasta el momento ningún otro ha podido arrebatarle ese título.

Finalmente, ¿de qué equipo es hincha?  ¿Y por qué?

Esta es la pregunta más difícil de responder, pues aunque suene a tópico soy defensor de cualquier equipo valenciano (España) al que haya visto jugar alguna vez. En ese aspecto soy muy enamoradizo y me identifico plenamente con los colores de sus camisetas y el sentir de cada afición.

 
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soymonmar@gmail.com